Una Vida Extraordinaria

10 abril 2o25

6 de abril de 2025; La primavera 116, un día enmarcado por la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, el Nacimiento del Profeta de la Edad nuestro Hno. William Marrion Branham y por el nacimiento de nuestro Hno. Alfredo González Domínguez, Apóstol del Señor Jesucristo, siendo anfitriones de su octogésimo primer cumpleaños nuestros hermanos del Tabernáculo de la Ciudad de Querétaro, el Tabernáculo Atongo el Marqués y La Misión de Zimapán Hidalgo. Hoy después de siete años complejos y de fuerte lucha, donde la Fe y la Duda tuvieron un choque, le damos la bienvenida a este primer año. Un año nuevo, un tiempo nuevo porque no es casualidad que estemos de pie.

Siendo el encargado de vocear la Palabra de Dios nuestro Hno. Obed Garduza Flores, pastor del Tabernáculo De Coatzacoalcos, Veracruz, quien levanto la Escritura en Cantares 2:10, exponiendo que Dios nos hizo por y para un propósito; llevándonos por un ciclo de 7 años los cuales nos hicieron ver que tan firmes estábamos en su Palabra. Los planes de Dios son perfectos y el diablo jamás podrá destruirlos.

La primavera 116 y el Aniversario número 81 de nuestro Padre Espiritual marcan una nueva forma de caminar para la Iglesia del Señor en México. Como sobrevivientes a un periodo difícil, creemos firmemente que uno de los efectos de esta Nueva Primavera tiene que ser la resurrección de nuestras vidas.

En el año 1972 cuando el Hno. Alfredo González tomó la decisión de seguir a Dios en un tiempo crítico, aunque nos estábamos ahí, en la gran mente de Dios, Él ya nos contemplaba. Hoy a 81 años somos muy afortunados de ser parte de esta historia. Tras finalizar esta intervención tomó el lugar nuestro hermano Raúl Rodríguez para honrar esta fecha, comentando que este es un año de resurrección; recordando que este es el primer año de un nuevo tiempo, un nuevo día, un nuevo inicio, una nueva oportunidad. En un acto simbólico nuestro hermano Raúl ondeo la bandera de Isaías 54 haciendo referencia a que en la antigüedad cuando una bandera era izada en un castillo, señalaba que el Rey (Padre) estaba en casa, de igual manera hoy se levanta la bandera de Isaías 54 en señal de que Dios y nuestro padre Espiritual están en casa.

Para concluir se le hizo entrega de dos anillos, recalcando que cuando estos se juntan forman un número 8 simbolizando eternidad y en este día tan especial ese anhelo de volver a la eternidad se hace cada día más grande en nuestros corazones.

Dios les bendiga.

Por David E. Bobadilla
Imágenes
Elí Rodríguez y Josué Morales

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