A medida que se acerca la fecha esperada para nuestro encuentro, el Tabernáculo de la Cd. De Acapulco y la Misión de Xaltianguis Guerrero, fuimos convocados por el Espíritu Santo a través de nuestro pastor el Hno. Carlos Santiago los días 18 y 19 de julio para llevar a cabo servicios de preparación.
Siendo vocero de la Palabra nuestro pastor, retomando el tema predicado por nuestro Hno. Alfredo González "El tercer Éxodo" y como subtema "El gran desafío" y levantando las escrituras de: Efesios 6:13-18, Daniel 12:1-2 y Mateo 25:1-5. Nos llevó así, a analizar nuestras bases y las promesas que hemos recibido, ya que si obtuvimos una promesa por parte de Dios a este tiempo tiene que arrojar un resultado.
Así mismo se habló sobre el primer y segundo Éxodo, de las formas en que éstas fueron presentadas, y se nos hizo una gran referencia sobre el tercer Éxodo, como es que principia a través del Bautismo de Fuego, el cual es el puente que nos lleva a una tierra milenial.
De igual manera, se nos hizo ver que la oración de cada uno de nosotros a diario sea analizándonos: "¿Señor, qué haré para agradarte, qué haré para dar en el blanco? Y ¿Qué dirección estoy tomando? ¿Mi dirección realmente me llevará a donde Tú quieres que llegue?" Teniendo presente que los retos a enfrentar serán más grandes, pero creyendo que tenemos a un Dios más grande que cualquier problema y que sin Él no podremos sostenernos en este tiempo.
Eso nos metió a un tiempo especial en la oración, donde pudo ser palpable la presencia de Dios, y en donde nuestro clamor fue encontrarnos en las condiciones requeridas para presentarnos ante nuestro Señor en la cita que tenemos en Centro Banamex en el mes de Agosto, donde sin duda, estaremos presentándonos, no solo haciendo acto de presencia sino presentándonos en un mismo Espíritu juntamente con todos nuestros hermanos creyentes del Mensaje.
Ya culminado los servicios que fueron de gran bendición, se tuvo un tiempo de alegría y compañerismo con todos los hermanos reafirmando y teniendo un mismo objetivo: llegar allá, a nuestro próximo encuentro en la manera que Dios nos requiere. De igual manera agradecemos a Dios por estos tiempos especiales que nos está brindando y motivados para continuar nuestra preparación de una manera más ferviente.
Que Dios los bendiga grandemente, sigamos firmes y creyendo que, Aquél que está en nosotros es más grande que está en el mundo.
Saludos.