Visita de Fortalecimiento

al Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco

Elizabeth Cruz
Acapulco, Guerrero | 19 marzo 2o21
TCDA
Fotografía: TCDA

"Pidamos a Dios cosas grandes"

Josué 14:6-14

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. 13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. 14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

De acuerdo al plan de trabajo nacional y el lema “2021 Año De Posicionamiento”, el Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco, fue visitado por nuestro hermano Alberto Gómez, Apóstol del Señor Jesucristo, su amada esposa la hermana Patricia González, la hermana Sofía Gómez su hija, junto con nuestros hermanos Enrique Bobadilla, diácono del Tabernáculo de la Ciudad de México, y Manuel Hernández, tesorero de la misma localidad, los días 5, 6, y 7 de marzo del presente año durante los cuales estuvieron también presentes las misiones de Xaltianguis, Zihuatanejo y Ometepec.

El día viernes por la tarde nuestro hermano Alberto Gómez llevo a cabo una primera plática con dos escrituras base: 1ª Corintios 3:9-14 y Colosenses 1:24-28, haciendo una comparativa de cómo se trabajaba anteriormente y presentándonos el nuevo Plan de Trabajo 2021. Nos recordó los beneficios que trajo el año 2020 y la importancia de habernos esforzado, ya que estaba en juego el obtener el Sello de Dios o la marca de la bestia, y retomando que el año 2021 es un año de posicionamiento donde todos tenemos que tomar nuestro lugar para presentar delante de Cristo hombres en perfección. Comentó que cada siete años se presenta un cambio en el ser humano, en el matrimonio, en la vida del creyente y en el ministerio, y que la toma de acuerdos es precisamente para dar ese cambio; enfatizó sobre la responsabilidad que conlleva ser parte de la honorable mesa de diáconos y de síndicos, recalcando las labores de cada oficio y mostrando que cada mesa, es un ala de liberación y que la cabeza es el pastor, lo cual forma un equipo responsable del bienestar espiritual y literal de la iglesia.

El día sábado por la tarde, nuestro hermano Alberto Gómez continuó con la plática dando lectura a las escrituras en 1ª de Corintios 3:9-14 e Isaías 54:1-5 con el tema: ”2021 Año De Posicionamiento” y como subtema: “Los Beneficios De Una Iglesia Madre”, en donde habló sobre la ayuda que ha proporcionado la iglesia madre de Acapulco a sus misiones y haciéndonos ver que se requiere formar un equipo mancomunado para ver cuáles son las necesidades del pastor y cuáles son las necesidades de los santos. Nos hizo saber, que como iglesia madre, gozamos de una primogenitura que conlleva una mayor responsabilidad, y retomando las tres etapas terrenas del peregrinar del pueblo de Israel en lo literal y en lo espiritual en donde se llega a una conclusión: el pueblo de Israel no entró a la cuarta etapa que era el milenio, ya que José murió en el desierto; pero este es el tiempo de entrar al milenio que es perfección. Ahora vigile, dijo, porque el año 2021 es un año grande, es un año de oportunidades, de cambio porque aquí está José y necesitamos fuego para pasar de lo potencial a lo real. ¿Cuál es la posición de la iglesia en Acapulco? El combustible se nos agotó, pero es tiempo de ir por una re-llenura para entrar a la fase final, entramos al espacio de una caminata perfecta. Isaías 54 dice: “por un breve momento te abandone, pero te recogeré con misericordia eterna” …. ”Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo….

El domingo por la mañana, nuestro hermano Alberto Gómez tomó el lugar nuevamente con el mismo tema y tomando la escritura de Josué 14:6-14, con lo que levantó puntos importantes sobre Caleb, diciendo que debemos ser atrevidos por cuanto entramos a un tiempo grande y las necesidades son grandes, que pidamos a Dios cosas grandes. Fue un servicio de mucha bendición espiritual tanto para la iglesia madre como para las misiones, todos estábamos unánimes a la expectativa del derramamiento del Espíritu Santo. Se cerró con la imposición de manos sobre nuestros pastores y sus esposas y posteriormente sobre toda la iglesia.

De antemano el Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco brinda un gran agradecimiento al Tabernáculo de la Ciudad de México y a nuestros hermanos por este gran trabajo de fortalecimiento. Dios les bendiga en gran manera en todo. ¡Shalom!