Inauguración y Dedicación

Tabernáculo de Tlaltizapán, Morelos

Aarón Servín
Actopan, Hidalgo | 26 noviembre 2o21
TTM
Fotografía: Aarón Servín

"Sin luchas ni pruebas

no puede haber una victoria"

 

Proverbios 15:30

La luz de los ojos alegra el corazón, y las buenas noticias fortalecen los huesos.

Los resultados de este glorioso año de posicionamiento continúan manifestándose fuertemente a lo largo y ancho de nuestro amado México y en esta ocasión el Tabernáculo de Tlaltizapán, en el estado de Morelos fue protagonista de un capítulo más en la Historia de la Iglesia del Señor en la República Mexicana, en punto de las 17:05 horas del día 20 de noviembre frente a una gran nube de testigos nuestro Hno. Alfredo González Domínguez, junto a su amada esposa la Hna. Rosita Ruiz cortan el listón de acceso al lugar santo dedicando un fuerte aplauso a nuestros hermanos de esta misión por su esfuerzo y dedicación.

Después de haber entrado en la atmósfera de la adoración con la dirección y alabanzas, toma lugar nuestro Hno. Oscar Marín encargado de esta misión y cede el paso a nuestro Hno. Alfredo quien nuevamente acompañado de su esposa y el matrimonio encargado, cortan el listón de acceso al lugar santísimo del Tabernáculo de Tlaltizapán, en punto de las 5 horas con 50 minutos de la tarde, para posteriormente tomar el lugar y comentar acerca de esta gran unción de reconstrucción y construcción que ha tomado a la mayoría de las iglesias hermanas y misiones, porque el Espíritu Santo nos ha ligado a algo más que un compañerismo; un proyecto de vida, mismo, que no se ha detenido por que es el Plan de Dios, y en el tiempo más difícil, ha traído grandes resultados. Agradeciendo a Dios el poder cerrar este glorioso año trabajando fuertemente.

Tomando la escritura de 2° de Crónicas 6:12 al 19 y 6:40 y haciendo la pregunta ¿Todo está listo para la fiesta? Mencionando que sin luchas ni pruebas No puede haber una victoria y que Dios está feliz porque ha mirado su esfuerzo por que el trabajo desarrolla a la iglesia y forma gente nueva, teniendo pleno entendimiento porque lo hacemos, jamás por imposición o por obligación, sino porque hay algo tan grande en nuestro corazón. Hablando del proceso de desarrollo de esta obra que sus inicios se remontan al año de 2004 en el hogar de nuestra hermana Nico, a la fecha. Haciendo extensivo el agradecimiento a todos los hombres y mujeres que trabajaron para arribar a este glorioso tiempo de dedicación, haciendo mención especial de nuestro Hno. Otniel González, y a todos aquellos quienes respaldaron su trabajo junto a su apreciable familia, asimismo, a nuestro hermano Oscar y familia junto a su pequeña grey. Mencionando: Siendo las 6 de la tarde con 29 minutos dedicamos a ti juntamente con nosotros este lugar para la Honra y Gloria de Dios donde no habrá pena ni vergüenza para invitar a todo aquel que quiera vida en abundancia y ahora bendice a su pastor que la gloria Shekinah se asiente en este lugar y que de aquí fluya sanidad, liberación y fortalecimiento, que vidas sean cambiadas. Y entonces nosotros veremos la gloria Shekinah regresar nuevamente a la casa del Dios viviente, la cual es el cuerpo humano, la Iglesia del Dios viviente, juntamente en un gran avivamiento que pasará rápido por todo este país, alrededor de estos pueblos, y por todo aquí. Habrá semejante ruido. Miren, ellos no podrán pararlo. No hay manera de hacerlo. (Dedicación, W.M.B. 11-11-1962)

Al día siguiente el primer servicio en esta nueva casa de Dios fue llevado por nuestro Hno. Isaías Ponce pastor del Tabernáculo del Valle de México, quien tomó la escritura de 2° de Crónicas 7:15-18. Haciendo mención que la Iglesia no puede detenerse, porque ya hay un espacio listo para que más gente venga y pueda disfrutar de la Presencia de Dios. El ser muchos o pocos no importa para Dios, porque los pocos han logrado una gran experiencia, mirando que la Iglesia de Éfeso fue establecida con doce personas, pero totalmente rendidos a Dios y aquí en Tlaltizapán pudieran ser 30, pero en la misma condición, se cimbrara este lugar, para lograr más, porque allá afuera la gente ya no quiere oír sino mirar a un Dios vivo. Concluyendo: si ahora se tiene este lugar, ahora hay que luchar por que se llene, lograr un testimonio, que la gente pueda decir que si alguna vez hubo un grupo de cristianos somos nosotros, siendo una señal: gracia o juicio, dejando una pregunta en el aire ¿La Iglesia de la Localidad anhela un avivamiento?

Dios los bendiga…