Dando continuidad a nuestro plan de cierre de año en Chiapas, llegó el turno de clausurar este trabajo de nuevo nacimiento en nuestro estado. Dicho evento, corrió a cargo del Tabernáculo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez al que acudieron todas las Iglesias Hermanas y Misiones del Estado de Chiapas; Tapachula, Rizo de Oro, Integral, San Cristóbal de las Casas y Tonalá son las localidades que estuvieron presentes.
El evento comenzó el día sábado con la predicación de nuestro hermano José Luis Méndez, Pastor del Tabernáculo de Rizo de Oro, quien abordó el tema: “Regreso a Pentecostés”, respaldándose con las citas en Joel 2:15-18, Isaías 1:18 y San Juan 3:5. Con ello, nuestro hermano resaltó que miráramos este tiempo como si mañana fuera nuestro último día, nuestra última oportunidad y de esa forma, realmente nos pondríamos a cuentas con nuestro Señor Jesucristo, pero hemos dejado de hacer muchas cosas, hemos sido muy lentos y hemos perdido mucho el tiempo, nos hemos cubierto sólo de religión y tradición. Comentó que el espíritu de Laodice nos ha afectado, se nos pidió checar nuestras bases porque habíamos perdido la dignidad, hemos caminado sin Él, nos hemos preocupado sólo por el aspecto externo del servicio ceremonial y pensamos que estábamos bien, pero no era así. La religión te cansa, te absorbe, te ciega, te quita la espiritualidad, la fe, es fría y formal, la religión destruye el avivamiento en tu vida. Estemos conscientes de que, si hubo una Iglesia a la que Dios no le dio ningún reconocimiento, esa fue Laodicea, esta edad lo excluyó a Él, pretende no necesitar al Espíritu Santo cuando es lo esencial, hemos perdido lo más por lo menos.
Necesitamos algo diferente, no necesitamos más educación, necesitamos un Nuevo Nacimiento, un Bautismo del Espíritu Santo que ponga su alma en fuego con Dios, han habido muchas actividades, mucho trabajo pero nos ha hecho falta ese fuego. Esos 120 corazones en Pentecostés necesitaban tanto de Dios que no tuvieron que orar ni pedirlo, las condiciones estaban correctas y el Espíritu Santo vio que estaban listos, que estaban preparados, que estaban en un común acuerdo. La Iglesia debería hacer un inventario ahora mismo para saber si tiene todas las monedas puestas, se está poniendo oscuro, pecado y corrupción están en todos lados, la gente va a la iglesia para fingir, pretenden profesar cristianismo, pero viven como el resto del mundo, no hemos perdido una moneda, hemos perdido todas y el esposo está por regresar, pero hemos tenido tiempo para barrer la casa, limpiar las paredes, quitar las telarañas, desempolvar y mirar dónde están las monedas perdidas. Este es el último chequeo.
El domingo por la mañana, nuestro pastor, el Hno. Ricardo Yáñez, fue quien llevó a cabo la culminación de este trabajo de cierre de año, una serie de servicios de 8 servicios especiales celebrados en cada una de las Iglesias establecidas en el Estado de Chiapas.
Tomando el tema: “Cuando Venga el Consolador” y levantando las escrituras de San Juan 15:26-27 y Hechos 2:1-4, comenzó diciendo que venimos de un letargo, con mucha gente desanimada, no obstante, fuimos llamados a ser de buen ánimo y ya no tenemos porque estar en la misma condición, pero recuerde que Dios no podrá poner Su Espíritu en usted si usted no ha muerto totalmente. La desgracia viene por causa de no lograr nacer de nuevo y por eso a todos se nos ha llamado la atención, Ministerio e Iglesia por igual.
En esta mañana, dijo, no se trata de hacer algo emocional sino de fe, hoy necesitamos estar aquí con fe, si no, nada va a acontecer. Aquella niña que tenía una pierna más pequeña que la otra, entró a la plataforma con su caja de zapatos nuevos en la mano porque su fe ya había empezado a operar, así es el Nuevo Nacimiento, pase usted con la certeza de que saldrá caminando diferente.
De esta forma, en poco tiempo el Espíritu de Dios descendió en nuestros medios, momento en el que sólo mencionó nuestro pastor que si teníamos suficiente convicción del Espíritu Santo pasáramos por oración, asegurando que Dios estaba en la escena.
Realmente se vivió un momento glorioso que marcó a la Iglesia en el Estado de Chiapas y reafirmó la unidad en el ministerio. De esta forma y bajo esta unción, faltando 20 minutos para las 11 horas, se le dio la bienvenida al Espíritu Santo a nuestros corazones una vez más, tras lo cual, nuestros hermanos pastores oraron e impusieron sus manos uno a uno sobre toda la Iglesia presente, encaminándonos así, a un cierre de año muy especial.
