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4to. Aniversario de Establecimiento

Joel Francisco
Tatahuicapan, Veracruz. | 05 de Noviembre del 2016
TT
Fotógrafa: Teresa Cruz Pérez

Amigos y Compañeros de batalla, juntos...

1ª. Pedro 5:10

 

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco

de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

Amados lectores, Dios les bendiga, queremos compartir con cada uno  de ustedes, esta breve nota sobre la conmemoración de nuestro 4to. Aniversario de Establecimiento que celebramos este fin de semana, los días 29 y 30 de octubre en el “Tabernáculo de Tatahuicapan, Ver.”

El día sábado por la tarde dan inicio las actividades con un servicio de proyección, en el que apreciamos la reseña de nuestro establecimiento y de los trabajos que hemos realizados en estos cuatro años. Recordamos aquel 28 de octubre del 2012 cuando el Espíritu Santo declaró a esta iglesia, ser una Iglesia Establecida y así, bendecidos por este servicio, quedamos bajo expectativa para continuar nuestras actividades al día siguiente.

El domingo por la mañana, con gran entusiasmo, esperábamos, lo que el Señor tenía para cada uno de nosotros. Las alabanza fueron entonadas y llegó la hora para dar paso a la bendita Palabra del Señor que fue traída por nuestro precioso Hno. Jorge Santiago Rivera, pastor asociado del Tabernáculo La Palabra Hablada, de Tres  Bocas, Tabasco. Con el Tema: “La Reedificación de la iglesia en el entronque de tiempo” y tomando como base la escritura en 1ª de Pedro 5:10,  quien al inicio de su sermón hace una oración por nuestro pastor  y por la iglesia por estos cuatro años que han transcurrido.

Al término de la oración abordó el tema, hablando de que el tiempo ha pasado y que lo que un día fue nuevo se había hecho viejo por causa del tiempo y que era el momento para venir y reordenar lo que se había deteriorado, porque es el tiempo de regresar y tomar lo que el ministerio apostólico ha hablado, acerca del perdón, que era necesario venir y recibirlo para poder continuar. Además, mencionó que estos cuatro años nos ligaban a una liberación como personas, matrimonio e iglesia y que el tiempo había llegado para hacerlo una realidad. La presencia de Dios se hizo presente para liberar, renovar, bendecir nuestras vidas y darnos fuerza.

Agradecemos al señor por estos sublimes momentos que vivimos en nuestra iglesia.