Le saludamos amado lector desde el Tabernáculo "La Palabra Hablada" ubicado en la localidad de Tres Bocas, municipio de Huimanguillo del estado de Tabasco.
El día domingo 15 de marzo del 2015 nos reunimos para conmemorar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, donde nuestro Hno. Jorge Santiago Rivera, pastor asociado de nuestra localidad, predicó el tema: TENED FE EN DIOS. En el cual, el Espíritu Santo derramó bendiciones a todos los presentes, que por fortuna contamos con un gran número de invitados, después de concluir el servicio nuestro hermano Jorge retomó el lugar para realizar una presentación muy especial: La de nuestro Hno. Antonio Torruco Álvarez, Patriarca de nuestra Iglesia, quien acompañado de su amada esposa la Hna. Mercedes Sánchez Carrillo, disfrutó de un día muy especial; ya que Dios le permitió cumplir 90 años de vida, nuestro hermano nació en el año 1925 en el Ejido Ignacio Gutiérrez, 1ra. Sección y a la edad de 7 años sus padres emigraron a este lugar, en donde actualmente radica.
Cabe resaltar su tiempo de vida; porque tomando la escritura de SALMOS 90:10. Nuestro hermano Jorge Santiago explica, que la gracia de Dios se ha extendido sobre este varón; porque la escritura a la cual nos referimos, habla que los hombres llegarían a vivir 70 años y los más robustos 80 años.
A esto podemos comentar que como seres humanos venimos bajo una formación en la cual cometemos faltas y errores, pero a la vez, sabemos que por medio de este precioso Mensaje de Restauración estamos llenos de virtudes.
Dios llamó a nuestro hermano a respaldar su Gloriosa Obra en el año de 1996, cuando tan solo éramos una misión y nos hallábamos en un terreno accidentado que sufría de grandes inundaciones, nuestro deseo era trasladar la misión a un lugar en mejores condiciones, nuestro hermano siendo un hombre de corazón noble, donó el lugar donde actualmente se encuentra ubicado nuestro Tabernáculo; cabe resaltar, que este sitio por mucho tiempo fue codiciado para construir un casino y también para un mercado público, pero Dios no le permitió a venderlo porque ya estaba reservado para edificar su casa de oración.
Anhelamos de todo corazón, que el Señor lo siga bendiciendo hasta que Él lo llamé a su Gloria Eterna.
Fue un gusto poder escribir estas líneas, esperando que sean de gran inspiración para ustedes, nos despedimos, que Dios les fortalezca y les bendiga.
Gracias.
