Les saludamos en el precioso nombre de nuestro Señor Jesucristo, es grato poder compartirles nuestra vivencia en la segunda reunión regional juvenil, que se llevó a cabo en el Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco, acompañados de los jóvenes de la misión de Xaltianguis, donde nuestro pastor oficial, Hno. Carlos Santiago García, juntamente con el encargado de dicha misión, Hno., Gerardo Ponciano, dieron continuación a un trabajo de preparación para nuestra próxima reunión nacional.

El sábado por la mañana, tomó lugar el Hno. Gerardo Ponciano, con una plática, levantando las escrituras; 1° de Timoteo 7:7 y 11-16, Hebreos 12:1-4 y Hechos 2:1-4, donde hacía hincapié en la pregunta, ¿Cómo debemos estar preparándonos?, estamos en un tiempo de preparación, ¿Qué es lo que nos tiene cautivos?, ¿Qué es lo que no podemos vencer?, cada uno sabe que es lo que no ha podido vencer, si Dios ha estado demandando una juventud a despojarse, es porque Él ya ha dado todo para despojarnos, cada uno tiene su propia decisión de hacerlo o no.

Por la tarde tuvimos nuestro servicio, siendo nuevamente el portavoz nuestro hermano Gerardo y dando continuación a su tema, hizo mirar a la juventud presente que la verdadera preparación es despojarse de todo, estar realmente dispuestos, deshacernos de esas cosas que nos tienen atados y que por mucho tiempo hemos venido acarreando.

El domingo, nuestro pastor oficial fue el vaso portador de la Palabra de Dios, donde el tema fue ligado a La Importancia De Los Hogares, tomando las escrituras de; Hebreos 12:1-14, 1° de Timoteo 4:7-16, Job 1:1-5, todo viene desde los hogares, donde en muchas ocasiones se ha dejado de hacer lo correcto, ¿Qué clase de unción se mueve en mi hogar?, los jóvenes en los hogares han sido influenciados por una mala actitud, ¿Qué clase de influencia le estoy dando a mi hijo?, tomando como ejemplo a Timoteo, como desde su abuela se transmitió esa fe, a su madre y de su madre a él, buscar tener ese contacto, esa línea directa con Dios, poniendo también el ejemplo del rey Uzías, que había sido levantado a la edad de 16 años, después de la muerte de su padre, había tenido padres piadosos y empezó a gobernar correctamente, no dejándose llevar por la opinión popular ni la política de su época, él le sirvió a Dios, todo eso, debido a la correcta enseñanza de sus padres, cerrando así con una cadena de oración, donde se pudo sentir la grande y sublime presencia de Dios.