Dando continuidad al plan nacional de trabajo, el Tabernáculo de la Ciudad de Acapulco, fue visitado por segunda ocasión los días 22 y 23 de mayo del presente año por nuestros hermanos Alberto Gómez, Apóstol de Nuestro Señor Jesucristo; Manuel Hernández, síndico; Enrique Bobadilla, Eder Bobadilla, y Miguel Garay como diáconos.
El sábado por la mañana se tuvo una primera plática con el Cuerpo Administrativo de la Iglesia y sus esposas, liderada por nuestro hermano Alberto Gómez, con las escrituras: 1ra. de Corintios 3:9-13 y 12:12-22. Con la finalidad de ver cuales eran los avances y el trabajo realizado hasta ese momento. Por la tarde, se llevo una plática general, encabezada por el hermano Alberto Gómez, tomando las escrituras de 1ra. De Corintios 14:40, y 1ra. De Timoteo 3:14, en donde subrayó que el trabajo de cada uno de los miembros en la iglesia es lograr una calidad de Espíritu, como lo menciona el Profeta en C.O.D cuando felicita a su iglesia por la Calidad de Espíritu que habían logrado, pero ¿Cómo logramos esa Calidad de Espíritu?, es necesario conocer y entender cuál es nuestra Doctrina y qué es lo que creemos, para posteriormente saber cuál es nuestra posición y así lograr un Espíritu de calidad.
El día domingo por la mañana se llevó a cabo nuestro segundo servicio, dando lugar nuestro Pastor el Hno. José C. Santiago, a nuestro Hno. Alberto Gómez, quien tomó la escritura, Romanos 7:6 y Efesios 4:22-24, con el tema: “2021 Año de Cambios”, nuestro hermano comentaba que Dios no merece un trabajo a medias, es por eso que nos remarcaba la importancia de dar continuidad al trabajo que cada uno tiene dentro de la iglesia, llevándonos a analizar que para dar continuidad al trabajo hay que entender que hay acontecimientos literales marcándonos tipos los cuales debemos atender, como esta pandemia que provoco que nos readaptáramos a cosas y espacios que antes eran comunes. Así también nuestras maneras de servir a Dios, de acercarnos a ÉL tienen que ser diferentes porque todo nuestro entorno se está transformando, la pregunta es, ¿Yo, cuándo empiezo a cambiar? Con esta segunda visita nos damos cuenta de los grandes cambios que debemos reflejar ya que el tiempo de sostenernos se cerró, es momento de empezar a crecer.
Agradecemos a Dios por el tiempo que nos permitió pasar y a nuestros hermanos por su visita, pedimos de sus oraciones para que Dios nos ayude a mostrar buenos resultados y lleve a nuestra iglesia más adelante, Dios les bendiga amados hermanos.
