Por la gracia de Dios un domingo por la mañana en La cálida Papantla de Olarte o también conocida como la ciudad que perfuma el mundo, tuvimos el honor de atestiguar un evento muy importante para la Simiente de Dios en este hermoso lugar que ha sido escogido por Dios para ser un frente más de batalla en este bello estado de Veracruz. La historia de esta bendición se remonta hace tres años, cuando el Tabernáculo Tepito por parte de nuestro Hno. Ángel González recibió la invitación para atender el llamado de un grupo de hermanos que en su mayoría eran de edad avanzada. Con esta gran encomienda nuestro Hno. Arturo Guarneros, junto a su amada esposa la Hna. Lourdes González comienzan a trabajar por la Obra que se había sostenido durante más de 40 años, en los que se había esperado por la dedicación de este templo. Ha sido un camino largo dónde se trabajó arduamente con visitas cada 15 días de parte de nuestro pastor el Hno. Arturo Guarneros, respaldado por diferentes equipos de trabajo del Tabernáculo Tepito; hoy nos reconforta el haber mirado una vez más las promesas de Dios llegar a cumplimiento día domingo, en donde nuestro hermano Hno. Ángel González Ruiz, fue el vaso que Dios uso para la dedicación de este hermoso recinto mencionando el significado de Papantla: “Ciudad de gente pequeña, pero con un gran corazón”. Tomando dos escrituras base para la dedicación: San Marcos 15:16-18 y San Juan 15. En donde nuestro hermano mencionó la importancia de valorar el esfuerzo y sacrificio para lograr este paso, sólo gente decidida, con valor y con fuerza podía haberlo conseguirlo. Aun así, el camino que falta por recorrer es largo, lo que más le interesa al Señor es que le dediquemos nuestras almas en sacrificio limpio y puro. La gente está cansada de escuchar un sermón, lo que la ciudad de Papantla necesita, es que les reflejemos a Dios en nuestras vidas. Y así, siendo las 10:05 de la mañana, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo fue dedicado el Tabernáculo Papantla.

Posteriormente nuestro Hno. Gabriel Quintanilla González, nos trajo un precioso sermón en el que nos transmitió el mensaje: “Nada oculto que no haya de ser manifestado”. Tomando la escritura de Marcos 4:21 y recalcando acerca de la Semilla que nuestro Profeta ha sembrado, preguntándonos ¿en dónde quedó la semilla? Sabemos que Dios no es un Dios de casualidades, Dios es perfecto y completo, Papantla es un lugar en donde se dan muchas cosas, es un lugar de tierra fértil y en ese terreno seguro Dios depositó su Semilla en el tiempo adecuado. La Semilla fue depositada para traer fruto, se terminó el tiempo de estar oculta. Ya ha sido dedicado el templo ¿Qué sigue? Una dedicación de cada uno de nosotros. Ahora Papantla, tiene un antes y un después. Concluyendo con una oración en donde se hizo la invitación para que cada uno de los que nos encontrábamos ahí y quisiéramos dedicar una vez más nuestra vida nuestra lo hiciéramos siendo el principal invitado, El Espíritu Santo nos visitó y se derramó entre nosotros, dejándonos una gran bendición y fortaleza para seguir adelante hacia las siguientes promesas.

Agradecemos a nuestro amado pastor el Hno. Ángel González, por su visita y fortalecimiento, así como a cada hermano y visitante que pudo ser testigo de este gran acontecimiento, nos despedimos no sin antes mencionar nuestro agradecimiento a una guerrera de la fe, nuestra tan amada Hna. Felipa Vicente, que fue y será un gran pilar para este Tabernáculo que ahora es una realidad.