Visita Pastoral y Bautizos

Rigoberto Ávalos
Tres Bocas, Tabasco | 14 de Diciembre del 2016
TLPH
Fotografía: Rigoberto Ávalos

¿Qué bien haré para tener la vida eterna?

Mateo

19:16-19

Entonces vino uno

y le dijo: Maestro bueno,

¿qué bien haré para tener la vida eterna?
El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.

Mas si quieres entrar

en la vida, guarda

los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles?

Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

El pasado domingo 11 de diciembre, vivimos un domingo de resurrección especial en el Tabernáculo La Palabra Hablada. Dios concedió la visita de nuestro Hno. Moisés Barahona Zenteno, pastor del Tabernáculo de Tatahuicapan en el Estado de Veracruz, quien presidió el servicio de esa mañana desarrollando el tema: “Una Oportunidad” y levantando las escrituras de Mateo 19:16-19 y 24:12-14.

Las palabras de nuestro hermano nos decían que “cuando Dios otorga una oportunidad, esta puede ser para vida o para muerte, dependiendo de nuestra decisión. A aquel joven rico en la Biblia, Dios le estaba presentando una oportunidad y él no era un pagano él era un cristiano, pero él no la tomó sino la rechazó y en este último tiempo Dios le está dando una oportunidad tanto al pagano como a la Iglesia.

Estamos en la edad de Laodicea, estamos en la línea, la venida del Señor está a la mano, lista para suceder. En este año Dios nos está dando una oportunidad este es el tiempo de escoger y usted no puede ser neutral es tiempo de escoger.

Estamos en el cumplimiento de los 12 años del arribo del Bautismo del Espirito Santo en nuestra nación y Dios nos está dando una oportunidad más de recibirlo, pero cuando una oportunidad es otorgada, es bajo un arrepentimiento de todo corazón.

Ahí estaba el ciego Bartimeo, él escuchó que Jesús pasaba por ahí y empezó a clamar: “hijo de David ten compasión de mí”, y la gente que le dijo que se callara y que no gritara, pero el más clamaba porque sabía qué la oportunidad estaba ahí. Él se aferró a ella, él no se detuvo, su clamor fue cada vez más y más ferviente.

En este tiempo, Él nos está esperando del otro lado del entronque de tiempo, pero recuerde que Dios tiene tiempos y límites de tiempo. En este tiempo, la Palabra ha sido cumplida en Efesios 4:11. Deberíamos de tomar la actitud de aquel hombre llamado Buddy Robinson, quien detuvo su mula y se fue a un maizal a clamar diciendo: “Dios si tú no me das el Espíritu Santo, cuando regreses aquí encontrarás mis huesos secos y amontonados””.

Al cierre, bajo el entendimiento de que era un tiempo de oportunidad, se hizo un llamado a aquellos que tuvieran en su corazón bautizarse y bajar a las aguas, con lo que cuatro hermanos decidieron tomar esta oportunidad de tomar Su Nombre para perdón de sus culpas.

Sin duda, este fue un acontecimiento maravilloso que abre más nuestro entendimiento acerca de la oportunidad que Dios nos está dando para tomar